miércoles, noviembre 16, 2005

Jugadores eran los de antes

Simplemente BRILLANTE

Extraido de www.decano.com

Montero Castillo pegaba más

Crónicas l 15/11/05

JULIO MONTERO CASTILLO
Adentro de la cancha, mi vieja se pone una camiseta y le pego también

| 07.11.2005 07:00

1) Usted jugó cuatro años en España después de haber ganado todo con Nacional. ¿Por qué volvió tan pronto?
Porque extrañaba. Fui un nabo. Yo soy muy apegado a todo lo de acá y no me quise quedar. Jugué cinco años más acá y en ese tiempo me vino a buscar Tenerife dos veces, el Puebla de México, pero no me quise ir.

2) Volvió a emigrar cuando su hijo Paolo se fue a Italia.
Sí, estuve con él en Bergamo. Estuve sin venir como dos años y medio. Pesaba cien kilos, me pasaba haciendo de comer, no salía, y además tomaba. Después vine, estuve un mes y me fui otra vez, un año y medio más. Me quedaba mucho solo, acompañaba a Paolo, iba a ver los partidos, lo esperaba de madrugada cuando venía. Era muy problemático Bergamo, le querían pegar a Paolo. Yo me peleé dos veces. Paolo se fue con dieciocho años y seis meses, y jugaba como en Peñarol, salía jugando. Hizo dos o tres jugadas de esas, se la pelaron y le clavaron el gol. ¡Para qué! Toda la gente: ¡uuuuu! Además lo echaban mucho. Pero yo hablé con los capos de la pesada del Atalanta, fui a los boliches de ellos. Agarré el coche y me fui solo. Los locos, cuando me vieron, quedaron duros. Les dije que no lo tocaran, que cualquiera que lo tocara iba a tener problema conmigo. Había uno que era así (pone las manos medio metro sobre su cabeza). Si lastiman a Paolo vengo por vos , le dije. Después me decían que era loco.
3) Pero a Paolo le fue bien en Atalanta, a tal punto que lo compró la Juventus.
Sí, pero cuando el Atalanta bajó a la B le quisieron prender fuego al auto. Él tenía un Peugeot 205, y le fueron a prender fuego al coche dentro del estacionamiento del estadio y le prendieron fuego al de un dirigente, se equivocaron. Veinte coches iban a prender, pero los vecinos denunciaron y llegó la policía.

4) ¿Está alejado del fútbol?
A veces meto uno (N. de R.: se refiere a transferencias de futbolistas), poquita plata. Lo que pasa es que los que laburan para Paco me queman los jugadores. Yo agarro diez mil dólares en el bolsillo, saco pasajes, pago estadía, pago todo y ellos me queman los jugadores, me hacen perder la guita. No seas malo.

5) ¿Ha vendido jugadores?
A mí Paco me quemó tres jugadores en la Juve. Una vez me dio una plata, por Pablo García. Pero yo tenía al hijo de Nery Castillo, que juega en Grecia, lo dejé meter a él y se pudrió todo. Yo lo llevé a Grecia y ahora el padre me debe cien lucas y no quiere pagar. Paco conoce a todo el mundo, tiene los perros esos que andan atrás, que no sirve ninguno para nada, y ¿qué hacen? Vos colocás a uno, lo tenés vendido y vienen ellos por atrás y te lo queman.

6) ¿Paolo es mejor jugador que usted?
Pienso que tiene cosas mejores que yo. Es metedor y ganador como yo, pero yo golpeaba un poquito más. Además, juega en distinta posición. Él es más rápido.
Manda bien, ubica a los compañeros, le pega perfecto a la pelota.
7) Yo golpeaba un poquito más , dice. ¿Se pegaba más en el fútbol de antes?
Sí. Antes te dejaban más.

8) ¿Conoció gente de la Juventus por intermedio de Paolo?
A todos, dirigentes, a Bettega. Bettega, cuando me ve, me dice: vos sos un grande, jugaste dos mundiales, ¿sabés lo qué es eso? Sos un grande, saliste campeón de América, tenés ochenta mil partidos de selección .

9) ¿Conoce a Zidane o a otros fenómenos que han sido compañeros de su hijo?
Uuhhhhh... Zidane es más humilde que uno. Edgard Davids, un fenómeno. Iuliano, el croata Tudor... mismo Del Piero. Los conozco a todos, te vienen a saludar, te invitan a comer.

10) Paolo dijo en una nota de El Gráfico hace unas semanas que la garra charrúa es un mito . ¿Está de acuerdo?
Eso lo dice él, yo no estoy de acuerdo. Fijate que el último partido contra Argentina jugamos a la antigua, sacamos lo que tenemos adentro. Esa garra, ese temperamento. Lo que pasa es que los jueces... fijate que ahora los australianos ya están haciendo una campaña contra nosotros. Ellos, que quebraron a (Walter) Olivera antes del Mundial del 74.

11) ¿Cómo hay que jugarle a los australianos?
Como jugó Uruguay contra Argentina en el segundo tiempo. Argentina es el campeón del mundo, está al nivel de Brasil o un escalón abajo. ¿Y sabés quién es el tercero en discordia en América? Somos nosotros. No es Paraguay ni Ecuador. Esa es una tabla medio mentirosa. Nosotros podíamos haber clasificado en el tercer puesto, o cuartos holgados.

12) Si Uruguay hubiera hecho en la primera rueda la campaña que hizo en la segunda.
Pero de eso la culpa la tiene... ¿Qué trayectoria tenía Juan (Carrasco) para agarrar la selección? Que es amigo de Paco. Dirigió a Rocha y a Fénix; con Fénix hizo doce goles acá, en la Libertadores, y afuera le hicieron quince en tres partidos. Y lo mató el ego.

13) ¿Al fútbol uruguayo le falta sólo garra, ese hacerse respetar en el Centenario que ahora parece querer retornar, o le falta algo más?
Contra Argentina, en el segundo tiempo, Uruguay jugó bien. De contragolpe le pudimos meter tres; así se jugaba antes. ¿Qué pasa ahora? Que con el asunto de la televisión y la propaganda que hacen todos los equipos cuando vienen acá, los jueces te matan.

14) Las Libertadores de su época quedaron en la historia como verdaderas guerras del fútbol. ¿Qué partido recuerda en particular?
Hubo cuatro partidos contra Estudiantes, la final que ganaron ellos y la que ganamos nosotros, que fueron fatales. Ellos metían como locos. Largabas las manos, iban a las manos; querías patadas, patadas te daban. Yo tuve un lío grande con Pachamé. En el año 69, cuando perdimos la final con Estudiantes, que nos ganó allá y acá, me fui a pelear allá con todos. Después Bilardo se lo dijo a Paolo: tu viejo perdió y quería largar con todo el mundo, estaba loco . En el 71, cuando perdimos la primera final uno a cero, le dije a Pachamé: si vos sos tan pesado, vamos a ver si me aguantás en Montevideo . Te voy a romper todo , me dice. ¡Qué vas a romper! ¿Sabés lo que fue ese partido? Ganamos uno a cero, gol de Masnik. ¿Sabés cómo le di? Lo iba a buscar a él. Cuando terminó el partido le dije: el martes te agarro en Perú, ahí vas a ver quién es el re-pesado . En Perú lo maté, le gané a todo. Faltaban quince minutos, íbamos ganando dos a cero y Aguirre Suárez me dice: Negro, ya nos pegaste a todos, aguantá .
15) ¿Hubo alguien a quien no le pegara?
No. En el año 69 jugamos contra el Santos de Pelé. Vino una pelota aérea y el negro saltó adelante mío y dio vuelta en el aire y me ganó la posición. Lo barrí, me lo llevé. Además, yo me lustraba los tapones. ¿Sabés lo que me dijo? Gringo, pegame con la pelota, sin pelota no . Y eso que él era mala leche. Desde ese día nunca más lo toqué.

16) ¿Fuera de la cancha se peleó con algún colega?
No, no. Una vez sola, pero después quedamos amigos. Dentro del campo sí. Yo no hablaba, pegaba. Si me pegaban no decía nada pero después, a la vuelta, a ver si aguantás. En un partido, uno, que no quiero decir el nombre, me empezó a hablar: cantegrilero me decía. Y yo le digo: ¿Sabés lo que pasa? Ahora me voy para casa en un coche cero kilómetro, y te llevo cuatro churrascos por día de diferencia . Lo maté.
17) ¿Por qué le dicen mudo ?
Cuando era chico no hablaba, era muy callado.

18) ¿Nació en un cantegril?
No, nací en Martín C. Martínez. Después me fui con mi vieja a Manga y después vinimos a República entre Dante y Colonia, un conventillo. Después tiraron el conventillo y la Intendencia nos dio una casita en Granaderos y Yugoslavia.

19) ¿Es verdad que una vez le pusieron un revólver en la cabeza?
No... no. (Piensa) Ah, un policía, en el tiempo de la dictadura. Me hizo señas de que parara, yo iba con un amigo al bar de Maldonado y Río Branco. Bajate, bajate , me dijo. Y yo no bajaba, si no había hecho nada. Y puso el caño en el vidrio, bajé y me la puso acá (detrás de la oreja). Yo le digo: me vas a limpiar, se te va a escapar . Pero después me pidió perdón.

20) ¿Durante un partido, en Durazno, se bajó los pantalones?
No, me agarré. Porque uno me dio una patada de atrás y después, en una, lo veo que viene embalado y le metí un codazo. Era contra San Bernardina, todos milicos, aparte en tiempos de dictadura. Viene el juez, que era de ahí, y me echó. Me llevaron los verdes, de la mitad de la cancha hasta los vestuarios sin dejarme tocar el piso. El brazo me lo pusieron en la nuca. Estuve cuatro días preso. Me decían de todo, un día le dije a uno: bueno, sacate el uniforme y vamos a pelear, si yo los odio a ustedes . Después me arrepentí de haber hecho ese gesto. Hice así (se agarra la entrepierna). La jueza me quería dar tres meses.
21) Una vez le pegó un piñazo a Morena, en un partido amistoso.
Sí, fue un clásico de homenaje a Aníbal Ciocca. Después me arrepentí, íbamos perdiendo tres a cero y me calenté. Y todavía Barreto me echa. Le dije: pero Barreto, es un partido de homenaje, ¿cómo me vas a echar?

22) ¿Tenía problemas con Morena?
Noooo, nunca tuve. Pero adentro de la cancha, mi vieja se pone una camiseta y le pego también.

23) ¿Qué pasó en el Mundial del 74?
Un desastre. Todos los que fuimos de afuera, no anduvimos bien. Físicamente no se trabajaba bien
24) ¿Había indisciplina?
No, indisciplina no, pero no se practicaba lo que había que practicar. A mí me da lástima por (el preparador físico, Guillermo) Palesse que es flor de persona. Palesse tenía que haber laburado con alguien que tuviera más personalidad como técnico. No el finado (Roberto) Porta, que era muy bueno pero... La gente que fue al Mundial del 70, Hobberg, Langlade, sensacionales. Langlade era como un padre para mí. Antes del Mundial yo estuve como diez días sin practicar y él me aguantó todas las pavadas. Porque yo tuve un problema con (Dagoberto) Fontes, nos peleamos y nos multaron: trescientos dólares a mí y doscientos a él. Yo pedí que me pusieran los quinientos a mí porque yo jugaba en Nacional y él en Defensor. Y pedí para irme. Entonces no hacía nada, y él me dejaba. Yo me quedaba en la piscina y él me traía una cervecita en lata. Al final me convenció de que me quedara. Después me hacía entrenar más que a los demás. Ya te di unas vacaciones que no se las doy a nadie. Te las doy a vos porque te quiero mucho , me dijo.

25) ¿En el 70 podían haber llegado a la final?
Sí, pero con el poder que tiene Brasil es imposible ganarle. En este momento no le ganás nunca. Mirá lo que pasó en el último partido: íbamos ganando uno a cero y nos meten un gol con tres en orsay. Además, antes había buenos dirigentes.

26) ¿Ahora no? Ahora, Figueredo a veces mete un poquito la boquilla y tiene respeto, pero... Figueredo es amigo de Grondona que es el vicepresidente de la FIFA. Que le haga un favor, que mande un juez bueno. Después del partido contra Brasil me crucé con el juez Baldassi en Ejido. Andaba con cuatro policías que lo estaban cuidando. Le dije: Baldassi, nos prendiste fuego, ¿no viste los orsay? Los milicos me miraban y se reían, pero es verdad, nos prendió fuego.

27) ¿Tenía un enfrentamiento especial con algún jugador de Peñarol?
Noooo, son todos buenos amigos. A veces nos agarrábamos con el Tito Goncalvez, porque el Tito era pesado también. Ahora somos amigos, buena gente. De Peñarol, yo quiero mucho a Forlán, a Mazurkiewicz, el Pocho Cortés, el Cachete Caetano, Rocha... Rocha es un pan de Dios. ¿Cuánto vale hoy un jugador así? ¿Cuánto vale Ancheta si jugara ahora? El mejor central que hubo acá en la historia.

28) ¿Un guapo dentro de la cancha?
El Pepe Sasía. Ganador, y qué amigo. De esos no existen más.

29) ¿Y uno que saltara cuando lo veía arrimarse?
Uuhhh... en Argentina. Yo leía El Gráfico y eran todos pesados, pero cuando empecé a jugar en Nacional, vi que no era ninguno. Yo les pegaba allá, acá... Hasta ahora lo dicen. El Bambino Veira le dijo a Paolo: ir para el lado de Ubiña y Montero Castillo era como ir a Vietnam (se ríe). Buena gente son también, ahora los veo porque mi hijo está ahí.
30) ¿Cómo era el brasileño Manga como compañero?
Sensacional.

31) Se le hizo fama de mal compañero.
No, no creas esas cosas. A él le gustaba la ruleta, pero no molestaba a nadie. Era un brasileño buenísimo, además, flor de golero. Los mejores goleros del mundo fueron el Chiquito (Mazurkiewicz), Manga, Gordon Banks, el golero inglés del 66, y el ruso (Lev Yasin). Con esos goleros yo dejaba patear, sacaba el cuerpo.

32) Cuando estaba en actividad, ¿tomaba mucho alcohol?
Sí, se tomaba, porque después de los partidos te reunías con tus compañeros y tomabas. Te sacaba el estrés.
33) ¿Y antes de los partidos?
No, antes de los partidos no. Después, si querías tomar tomabas. Además, la noche antes del partido, la mayoría de los jugadores lo juegan cinco o seis veces. Entonces, después estás muy cansado.

34) ¿Paolo es jugador de Paco Casal?
No, le hizo muchos contratos. A Italia lo llevó (Gustavo) Mascardi, pero después se pelearon. Después lo agarró un italiano, pero yo le dije de hablar con Paco para que le hiciera los contratos. Sólo eso. Y le hizo buenos contratos. En eso le doy la derecha, pero en lo otro, quema los jugadores que van a colocar los demás. Él lo sabe bien porque yo se lo dije. Además, de los que tiene al lado, ninguno sirve para nada.

35) ¿Cuál fue el problema de Paolo con Carrasco?
Ninguno. Lo que pasa que Juan no quería jugadores con personalidad. La figura es él; primero él, segundo él, tercero él. Y así no es. Si el jugador es dócil; a mí, si me pedían las cosas bien, hacía mucho más de lo que me pedían. Ahora, si me hablaban mal, no hacía nada.

36) ¿Es cierto que Enzo Francéscoli aconsejó a los directivos de River Plate argentino que no contrataran a Paolo?
De eso tenemos buena información, algo que nos dijeron los argentinos. Él dice que no, pero nosotros lo sabemos porque nos lo dijeron ellos; aparte lo dijo el técnico (de River, Reinaldo Merlo). Paolo iba a ir a hablar con él, porque él lo quería, pero de repente (Merlo) cambió de opinión y dijo no. Dijo que era un jugador problemático, y en este momento ellos no quieren eso. Pero Paolo no es problemático, acá lo tienen catalogado así porque es el que pelea los premios en la selección. Y como el que paga es Paco, para él es problemático.

37) ¿Alguna vez tomó alguna sustancia para rendir más?
No, no, nosotros no tomábamos nada. Los argentinos sí. En Independiente se mandaban , porque en la Libertadores no había controles. Y ahora se manda todo el mundo, hasta los tenistas.
38) ¿Recibió incentivos de terceros equipos para ganar un partido?
En España, en el año 74, íbamos a jugar contra el Madrid y llamaron los del Barcelona diciendo: si le empatan o le ganan le damos... ponele en aquel tiempo veinte mil dólares para todo el plantel. Y le empatamos 3 a 3. ¡Qué partido! Le empatamos en los descuentos, movieron y se terminó el partido. Salió campeón el Barcelona. Y los que estaban peleando el descenso también te daban plata para que le ganaras a los otros de abajo. Eso es normal. Acá no, acá no pasa.

39) ¿Le interesa la política?
Una vez me hablaron para ser diputado, pero no... Antes del 70, cuando jugaba, ni me acuerdo quién fue, era del Partido Colorado. Yo podía haber ido con Pacheco, si iba salía diputado seguro, pero no quise.
40) ¿Es colorado?
No, no soy colorado, era porque me pidió un amigo. Ahora soy apolítico, no me convencen, hace ocho años que no voto. El único político que me gusta es Astori. Ese me gusta mucho, no sé por qué.

Las batallas del Río de la Plata

Cada tanto cada vez menos- algún periodista veterano, de ésta o de aquella margen, recuerda algún episodio de las batallas del Río de la Plata, que se desarrollaban en coliseos hasta las manos de gente y donde los gladiadores se daban a morir. El botín se llamaba Copa Libertadores de América el nombre no incluía ningún sponsor como ahora- y el que sobrevivía se alzaba con él. Se parecían las batallas- a partidos de fútbol: había una pelota y veintidós jugadores. Al comienzo, claro. Se enfrentaban sucesivamente varias formaciones argentinas y dos uruguayas, a veces también alguna brasileña, con lo cual la conflagración adquiría características regionales. Y las uruguayas frecuentemente ganaban, aunque hoy esto parezca sólo posible en la febril imaginación de algún delirante.
El Mudo Julio Montero Castillo 61 años, tres hijos, tres nietos- vive para contarlo. Con su metro ochenta y pico, sus piernas interminables y una forma de entender su negocio que lo transformó en vanguardia de aquellas luchas fratricidas, se ganó un lugar en la historia del fútbol uruguayo y de aquellas Libertadores-guerras, que el Nacional de entonces solía animar hasta las últimas instancias. Es, además, el padre de Paolo, capitán de la actual selección uruguaya. Su hijo jugó trece años en el fútbol italiano y tiene el dudoso mérito de ser el cristiano más expulsado en la historia del calcio. El viejo aserto de que el hermano jugaba mejor , tan exprimido en las biografías futboleras, tiene en el caso de los Montero una sutil variante, aunque cueste creerlo a pesar de que los propios protagonistas lo proclamen: el padre pegaba más.